De tiempo atrás junto con mi esposa Ana Joaquina teniamos pensado visitar a nuestro gran e inestimable amigo Miguel Amorteguí, quien recien está recuperándose de una prolongada y grave enfermedad de carácter hepático. Según lo que nos relata el ahora recuperado y animoso Miguel lo que le tuvieron que hacer para lograr que se mejorara no tiene nombre; han sido muchas , pero muchísimas las vicisitudes que debieron soportar tan él como todas su familia para lograr salir adelante. La verdad que ha sidio su inmenso apego a la vida y su inmenso amro por su familia lo que aun lo tiene con nosotros.
De parte nuestra y de todos los que de alguna forma se relacionaron con Miguel en las épocas en que nos acompañó en el Instituto Agricola como todero y luego como chofer de los diferentes vehiculos que ha habido allí nos complace sobremanera saber que está mejor y como siempre animoso y dicharachero, su chispa de siempre continúa igualita y eso nos hace creer y esperar que su mejoría es excelente; claro que, como él dice, ya parece más un pájaro que cualquier otra cosa con la cantidad de pepas y pastillas que diariamente tiene que engullir para mantenerse saludable.
Para el y para toda su familia nuestros sincerosa deseos por la mejoría de su padre y esposo, especialmente para Helmer su hijo menor que ha sido un verdadero lazarillo para atender a su padre y poder bandearse en el intringulis de las oficinas, eps, clinicas y hospitales para lograr que su papá sea atendido de la mejor forma.
Hasta una proxima oportunidad pues ...
En esta foto acompaño a mi querido Miguel y a su señora esposa doña Ana.
Aqui Graciela, Helmer y yo junto a Miguel.
Acompañamos a Miguel y a Helmer Ana J. y yo.
Ana dandose el gusto de posar junto a nuestro amigo Miguel
Finalmente aqui al lado de Magiver, el mago de los recursos, porque asi era Miguel en los tiempos de todero en la Escuela Vocacional, ingenioso, curioso, laborioso y por sobre todo recursivo, o si no pregunteselo a él mismo.
Gracias Migeul por estar con nosotros, y por favor debemos visitarlo de cuando en vez pues nuestra presencia le hace mucho bien
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